El enfoque drovante: escuchar, adaptar, sostener
No hay trucos mágicos. Solo principios probados, respiración consciente y respeto absoluto por tu cuerpo.
Cinco principios que guían cada sesión
Movimiento suave, efecto profundo
En drovante no buscamos posturas extremas ni secuencias agotadoras. Las transiciones suaves y el trabajo de estabilidad constante generan cambios duraderos en la movilidad y la fuerza del tejido conectivo. Lo simple, repetido con atención, transforma.
La respiración como eje central
Cada sesión de drovante comienza con pranayama — técnicas de respiración que calman el sistema nervioso y preparan el cuerpo para el movimiento consciente. Sin control de la respiración, el yoga es solo gimnasia. Con ella, se convierte en meditación en movimiento.
Adaptación constante según tu estado
No existe la "clase estándar" en drovante. Cada persona llega con un nivel de energía diferente. Enseñamos a modificar posturas según cómo te sientes ese día. La práctica debe servir al cuerpo, nunca exigirle más de lo que puede dar.
Progresión gradual, sin prisa
La flexibilidad y la estabilidad no se construyen en semanas. drovante trabaja en ciclos mensuales, ajustando las secuencias según tu evolución real. Algunos meses avanzas, otros consolidas. Ambos son valiosos.
Conciencia sobre rendimiento
No medimos cuántas posturas haces ni cuánto aguantas en cada una. Medimos tu capacidad de estar presente, de notar sensaciones sin juzgar, de respirar profundamente incluso en posiciones desafiantes. Eso es el verdadero progreso.
Anatomía de una sesión drovante
Llegada y centramiento
Sentados o recostados, observamos la respiración natural. Sin forzar, sin corregir. Solo notar cómo llega y sale el aire. Este momento prepara el sistema nervioso para la práctica.
Pranayama — respiración guiada
Técnicas sencillas como Nadi Shodhana (respiración alterna) o Ujjayi (respiración victoriosa). El objetivo: alargar la exhalación, activar el nervio vago, calmar la mente.
Secuencia de movimiento adaptado
Posturas de pie, sentadas y recostadas que trabajan movilidad, equilibrio y estabilidad. Cada postura se sostiene con respiración consciente. Se ofrecen variaciones para diferentes niveles. Nadie queda fuera.
Integración y cierre
Savasana — descanso final. El cuerpo asimila lo que acaba de hacer. La mente se aquieta. Algunos cierran los ojos, otros simplemente respiran. No hay obligación de "relajarse"; solo de estar.
Cómo se ve un día con drovante
7:00 — Te despiertas
Antes de revisar el teléfono, haces tres respiraciones profundas. Como aprendiste en drovante: inhala por la nariz contando hasta cuatro, exhala contando hasta seis. Tu día comienza con calma, no con urgencia.
8:30 — Tu sesión de yoga
Conectas a la clase en vivo o abres la grabación de ayer. Hoy te sientes con energía, así que eliges la versión estándar de las posturas. Si mañana estás cansado, sabes que puedes usar las adaptaciones más suaves.
14:00 — Mitad del día
Llevas horas sentado frente a la computadora. Recuerdas el micro-movimiento que enseñamos: rotar los hombros cinco veces hacia atrás, respirar profundo, estirar el cuello suavemente. Dos minutos. Vuelves al trabajo más centrado.
21:00 — Antes de dormir
Cinco minutos de respiración guiada. Nada más. No fuerzas posturas complicadas. Solo observas tu respiración, tal como está. Te duermes más rápido, descansas mejor.
La práctica no vive solo en la sesión formal. Vive en los pequeños momentos donde eliges consciencia sobre automatismo.
Lo que NO encontrarás en drovante
Posturas acrobáticas
Si buscas inversiones sobre los brazos o equilibrios extremos, no es nuestro enfoque. Trabajamos estabilidad y movilidad funcional.
Música alta y ritmo acelerado
Las sesiones son tranquilas. A veces hay silencio, a veces música muy suave. La idea es que puedas escuchar tu respiración.
Correcciones físicas agresivas
No tocamos tu cuerpo para "alinearte" mejor. Ofrecemos sugerencias verbales y respetamos tu límite del día.
Competencia o comparación
No hay "mejor alumno" ni "postura perfecta". Cada quien está en su propio camino. Eso no es un cliché, es nuestra práctica diaria.
Voces de quienes practican con drovante
"Después de meses intentando otras clases donde me sentía invisible, encontré drovante. Aquí nadie espera que haga posturas que mi cuerpo aún no está listo para hacer."
— Laura, 52 años, practica desde hace 8 meses
"La diferencia está en las pequeñas cosas: el tiempo que dedican a la respiración, la paciencia con la que explican cada movimiento, la forma en que nunca me hacen sentir 'menos' por mi edad."
— Ricardo, 61 años, practica desde hace 1 año
"No busco hacer las posturas que veo en Instagram. Busco levantarme sin rigidez, caminar con más estabilidad, dormir mejor. Y eso lo encontré aquí."
— Carmen, 47 años, practica desde hace 5 meses
"Me gusta que no prometen milagros. Dicen 'esto toma tiempo, pero funciona'. Y tienen razón. Llevo casi un año y noto cambios reales en mi movilidad."
— Miguel, 55 años, practica desde hace 11 meses
¿Quieres probar este enfoque?
drovante ofrece una primera sesión sin compromiso. Prueba nuestra forma de trabajar. Si no resuena contigo, no pasa nada. Si sientes que puede ser tu espacio, avanzamos juntos.
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